jueves, 17 de mayo de 2012

Michel Huglo. In memoriam

Copio literalmente la necrológica aparecida en  la web de la Sociedad Española de Musicología: 

 http://www.sedem.es/es/actualidad/noticia.asp?id=33 


Michel Huglo. In Memoriam

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El domingo pasado, día 13 de mayo, falleció en Maryland, Estados Unidos, el musicólogo Michel Huglo (Lille, Francia, 14 de diciembre de 1921). Tras asistir al concierto de gregoriano que, el viernes día 11, sus colegas y amigos de la Universidad le dedicaron en la Michelle Smith Performing Arts Library del College Park como homenaje por sus 90 años cumplidos en diciembre pasado, cayó rendido en lecho de muerte. Michel Huglo participó en el simposio sobre el Antifonario de León que organizó la SEdeM en dicha ciudad del 24 al 26 de marzo de 2011 con la ponencia titulada Liturgical Chants from the Book of Revelation in the Old-Hispanic and Romano Frankish Liturgies.
Quienes asistimos al Simposio Internacional celebrado en León sobre el Canto Mozárabe, tuvimos el privilegio de verle por última vez en Europa. Hizo entonces un esfuerzo sobrehumano para venir a España ya en silla de ruedas, pero lo hizo con extraordinaria alegría, como era bien patente. A España acudía generosamente siempre que la Sociedad Española de Musicología le llamaba para participar en algún evento.
No perteneció a ninguna asociación de hispanistas, pero debe ser considerado como uno de los más egregios. Sus investigaciones, sus escritos, sus conversaciones sobre la música de la Edad Media y de la Antigüedad han colocado a la Península Ibérica en un lugar privilegiado porque, según comentaba una y mil veces, fueron los visigodos peninsulares los verdaderos herederos de la cultura romana, también en el terreno de la música, de la transmisión de su teoría y de su práctica. Fue, asimismo, acérrimo defensor del influjo hispánico sobre la cultura y la música medieval en general. Precisamente, uno de sus primeros trabajos, de 1955, publicado en Hispania Sacrasobre «Les preces des graduels aquitains empruntées à la liturgie hispanique», tuvo gran repercusión entre los musicólogos y liturgistas. Seguidamente, las aportaciones de este gran investigador en el ámbito de la musicología española son innumerables, hasta sus últimos estudios sobre la Musica Isidori y los diagramas que acompañan a este tratado en numerosos manuscritos visigóticos, asunto en el que todavía andaba inmerso.
Muchos de los miembros de la Sociedad Española de Musicología hemos tenido con Michel Huglo una relación personal extraordinaria, porque una gran humanidad venía ligada a su gran inteligencia, a su ilimitada generosidad y a su irrefrenable deseo de agradar y favorecer a los demás.
Conocí a Michel Huglo en Solesmes, cuando yo tenía 17 años y empezaba a estudiar gregoriano y teología en esta abadía. Canté durante varios años con él en el coro, y departí con él sobre mil temas filosóficos, políticos (en Francia se estrenaba por entonces, con el General De Gaulle, la V República) y paleográficos en nuestros paseos de los jueves al lado de los Padres Benoît-Castelli, Jean Claire y, cuando venía de Roma, Eugène Cardine. Posteriormente, la fraterna amistad que hemos seguido manteniendo ha sido producto sobre todo de su generosidad. Nuestro socio de honor de la SEdeM, el Padre José López-Calo, tuvo con Michel Huglo una especial relación, muy notablemente después de abandonar la abadía de Solesmes. Muchas veces escuché palabras de agradecimiento por el apoyo personal que recibió del Padre Calo.
Sólo me resta manifestar nuestro gran pesar por su desaparición, y expresar a su esposa Barbara Hagg-Huglo, nuestra cercanía y afecto.
Con motivo de cumplir 90 años el pasado diciembre, le enviamos a su casa de Maryland un centro de flores con un epigrama latino tetrástico que le dedicamos, en nombre propio y en el de los muchos amigos musicólogos de España. No es cuestión aquí de reproducir su emocionada respuesta. Creo que aquel rudimentario epigrama, tiene hoy más sentido que entonces, por la nostalgia de su desaparición.
Ismael Fernández de la Cuesta

In laudem Michaelis Huglo
Tetrastichon Epigramma
Nonagenarius, o nostri gloria saecli,
Musas colentibus, Michael, lucem affers.
Barbarae tuae amore prospera vale
Blanda docens facie multis per annis auctor.
 

Es imposible sustraerse a la tristeza que invade a quienes conocimos a un ser entrañabale, sabio donde los haya y humilde hasta el exceso. A lo largo de mis clases, a lo largo de los años, no hay día que no lo haya mencionado. Y así pervivirá en la memoria de quienes le conocimos: fuente de sabiduría y de generosidad. 
Descanse en paz.

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